Archivos de Columna Invitada

35 años

Han pasado 35 años desde aquel fatídico día en que la traición se apersonó y se convirtió en institución pública. Han pasado 35 años desde aquel turbio martes en que la oscuridad y el frío nos cubrieron sin dejar espacio a la compasión.
Luego comenzarán las persecuciones, las torturas y las muertes. Las familias disgregadas, las fábricas con obreros sometidos, las botas haciéndose sentir en el suelo y en nuestras cabezas. Luego vendrán los ajusticiamientos en la calle. No habrá justicia. La justicia es ciega y nunca antes ha sido más ciega que ahora, nunca antes fue más ciega que hace 35 años. No hay justicia para el obrero, no hay justicia para el estudiante, no habrá justicia para Víctor ni para el compañero presidente.
No habrá comercio sino despojo. Por mucho tiempo no podremos salir a la calle sin temor, sin saber si volveremos ni en que condiciones. El poder está en manos de animales entrenados para torturar, entrenados para matar. Se sienten dioses y disparan, cuando no disparan torturan. Con licencia y poder para mutilar.Un oficial ordenará a un tanque pasar por sobre un grupo de prisioneros civiles. Las patrullas recorrerán las villas y poblaciones imponiéndose como las tropas de ocupación en un país enemigo. No habrá más compañeros sino sometidos.
No deben ver cuando se tortura, sólo sentir el dolor, el pueblo siente dolor ya no puede oír nada, las radios la prensa y la televisión fueron acalladas, los medios no informan sino que distraen. La gente no mira hacia el lado ni se detiene a ver de quién es el cuerpo que yace pálido e inerte en el suelo, eso puede costar tu propio camino. Volver luego a la casa a sentirse seguro, si es que alguien está seguro cuando la desgracia cubre la nación, cuando las garras del cuervo imperio exprimen con saña la voluntad de quienes soñaron con un mundo más justo.
35 años han pasado ya y en la contratapa nos quieren decir que todo ha cambiado. El folleto explicativo que nos entregaron no cuenta que lo que era de todos hoy sólo le pertenece a unos pocos que ni siquiera tienen nombre. Los sueños de igualdad parecen haber quedado tendidos en un despacho de la calle moneda. ¿Y los trabajadores qué? Sólo trabajar, sólo producir, sólo pasar con la cabeza gacha sin mirar los cuerpos que aún yacen inertes. Sin escuchar los gritos de dolor de quienes son víctimas del desquiciamiento de quienes se niegan a perder sus cuotas de poder.
Muchos de los que se fueron han vuelto luego para darnos clases de democracia. Vienen con estudios, magisterios y diplomados. Han pedido el apoyo del pueblo, si, del mismo pueblo que estuvo 10 años en estado de excepción. Han pedido el voto para instalarse en el nuevo poder y así recuperar los espacios arrancados brutalmente a la gente desde hace 35 años. Resulta que los ideales de entonces ya no son tales. Que los cambió en el camino, tal vez el exilio y la edad los renovó definitivamente. ¿Por qué dejaron de creer en la igualdad social y se hicieron parte de la garra imperialista? ¿Qué diría el compañero presidente si viviera hoy día?, ¿qué dirían los compañeros asesinados si se enteraran de que lo han hecho con este país? ¿De qué sirvió tanto dolor?, ¿de qué sirvió tanta amargura? nos ablandaron por 17 años para que luego nos remataran los mismos que prometieron ayudarnos a recuperar el país.
Se cumplen 35 años de la ignominia, de la fatal fecha que separó a los chilenos en buenos y en malos, de la fecha que separó a los ricos de los pobres. No será necesario apagar las luces en este día por que todo está demasiado oscuro. Ya no tenemos nada para que nos quiten. No han respetado siquiera nuestros clubes deportivos y fueron los "demócratas" los que lo propiciaron. Las leyes son las mismas, la represión se instauró como forma de control, las identidades y patrones culturales las impone la gran maravilla tecnológica del siglo XX. Y el compañero presidente se revuelca en su tumba por la traición, no de los perros de uniforme,, el compañero presidente y los compañeros obreros caídos se revuelcan por la traición de los que se hacen llamar renovados, por que ya sólo importan las cifras y no se piensa en nada más, el obrero es sólo una cifra más.
Al terminar uno de los peores años en materia económica que ha tenido Chile en las 2 últimas décadas, al cumplirse 35 años de la fecha más fatal de nuestra historia, las personas no importan, yacen al lado del camino sin que nadie haga nada por ellas, los entes pasan junto a los cadáveres y los moribundos sin atreverse a mirar para el lado, negándose a escuchar los gritos emanados de la tortura diaria que es parar la olla de los más pobres. Los economistas dirán que ha habido un gran crecimiento económico y que todo marcha bien, claro, para quienes viven de la traición.
Hace unos años escribí una pequeña columna en un semanario, en ella proponía apagar todas las luces en este oscuro día, propuse apagarlas para que la oscuridad nos invitara a reflexionar lo que pasó, lo que nos pasó en esta fecha. Hoy día creo que no hacen falta los apagones, y de verdad no hacen falta por que ya la oscuridad la llevamos por dentro.
Por Eduardo Bascuñán
Blog: http://huazo.blogspot.com

Más que iluso, un verdadero iluso

Ya está bueno de huevadas. Es hora que hombres y mujeres demos la cara y nos enfrentemos a la mierda que nos ofrece la política y la economía. Partidos políticos y magnates empresarios son quienes rigen nuestro futuro, pero lo más importante, están pavimentando con vómito el futuro de nuestros hijos.
Quién dijo que un país debe ser gobernado por políticos. Para mí el color político –al momento de dirigir una nación- tendría que ser tan importante como la religión o el equipo de fútbol.
Estadistas, cientistas y líderes humanistas es lo que nuestro país y sus habitantes merecen, no una manga de aprovechados, mercenarios que con la mínima provocación se cambian de carpa ideológica o inventan una nueva. Estos seres son la lacra de la sociedad, son el cáncer que nos está comiendo lenta y dolorosamente.
Nadie –a excepción del pueblo mapuche- hace algo por revertir esta situación. Estamos claros que la vía armada no genera una buena respuesta, todo lo contrario, aumenta mártires, viudas y huérfanos en cada trinchera.
La solución tampoco es la moral ni ética de los señores políticos, si fuera así, el parlamento, los ministerios y la presidencia estaría llena de cartas de renuncia declarándose incompetentes para cada uno de los cargos.
Sé que no estoy escribiendo con un orden académico ni con técnica, pero estoy escribiendo con rabia e impotencia de ver que aún estamos lejos de lograr la masa crítica para crear el cambio necesario, y así deshacernos de los parásitos que habitan en nuestra sangre y nuestra carne.No es la primera ni será la última vez que ocurre algo parecido en la sociedad mundial. Todos recordamos que a principio del siglo pasado una raza casi fue aniquilada por algo bastante parecido. ¿Qué ocurrió en ese entonces? Personas que vivían en calidad de refugiados en casi toda Europa, en vez de crecer y desarrollarse en simbiosis, empobrecieron gran parte del continente. Fallaron ahí los líderes que permitieron ese descontrol. Lo acaecido posteriormente es conocido por todos nosotros.
La idea es no llegar a ese punto. Debemos reaccionar de manera oportuna, inteligente y proactiva ante nuestra realidad, es nuestra obligación, se lo debemos a las futuras generaciones.Para mí, la solución es asistir a las urnas, pero hacer mierda cada voto, tanto en las edilicias, parlamentarias y presidenciales. En definitiva NO VOTAR POR JUMENTOS o por el menos peor. Con esto se provocaría un colapso eleccionario, agregándonos poder de negociación y así exigir un plebiscito de un SI y un NO. El SI será el voto de los becerros para mantener los mismos viciosos, los mismos explotadores. El NO, será el voto del guerrero para que se renueve completamente de clase política, ya sean buenos o malos, que paguen justos por pecadores.
Quiero que seamos gobernados por idealistas, gente comprometida con una sociedad justa donde el barrendero sea tan importante como el arquitecto, donde no sea mal mirado que al panadero se le recompense como el hombre que nos proporciona ese exquisito alimento. ¿Qué sería de un país lleno de ingenieros y médicos? ¿Quién les sacaría la basura de sus mansiones o quién atendería sus mesas? ¿Qué sería de los empresarios si la gente no tuviera el dinero para comprar sus productos? ¿Existirían doctorados y magíster sin profesores?
Si quieren piensen que estoy loco, me da lo mismo. Si querer una revolución eficiente y pacífica me convierte en un iluso afiebrado, entonces lo soy.

Por LafalnBlog: http://lafaln.blogspot.com/